
¡Madera! ¡Más madera…! Para la educación concertada
La educación es un derecho fundamental que no puede quedar sometido a las lógicas del mercado. El sistema de conciertos educativos creado por el PSOE en los años ochenta y explotado por los diferentes gobiernos de derechas, ha supuesto que se retraigan importantes recursos públicos para subvencionar empresas educativas privadas en detrimento de la educación pública. La educación privada-concertada es, sobre todo, un pingüe negocio que mueve al año 6.000 millones de euros. Y además, el sistema concertado no cumple su función: ya en 2017 CGT-Enseñanza elaboró un minucioso informe en relación a la segregación escolar en los centros privados-concertados cuyas conclusiones mantienen su vigencia.
Lamentablemente el actual Ayuntamiento de Zaragoza se ha revelado como enemigo de la enseñanza pública. El gobierno del PP-Cs (con el apoyo de Vox) ya eliminó el programa escolar “La bici en el cole”, y ahora pretende implantar el PIEE en los centros concertados, obviamente a costa del sistema público. Desde CGT-Enseñanza (Educación social) se criticó duramente lo injustificado de esta medida, más aún cuando los recursos de los PIEEs se encuentran abiertos a toda la juventud.
Es este mismo Ayuntamiento el que, mientras reparte sinecuras entre las empresas educativas, se negaba a principios de curso a realizar diversas obras pendientes en catorce centros públicos, pese a tener esos presupuestos ya comprometidos.
¿Quo vadis, trifachito? La pregunta es retórica y la respuesta evidente: al desmantelamiento gradual del sistema público de enseñanza.
Hoy más que nunca resulta necesario un sistema educativo que, además de dar cumplimiento a un derecho fundamental, favorezca una igualdad de oportunidades muchas veces invocada, pero escasamente atendida. Y el único sistema que puede garantizar una educación inclusiva, solidaria y no segregadora, es el sistema público.